En lo que va del año, otros cuatro periodistas han sido asesinados a tiros en este país; seis más se encuentran desaparecidos. Desde el año 2000 son ya 61 los homicidios de periodistas mexicanos
Juan Francisco Rodríguez Ríos, corresponsal del diario El Sol de Acapulco, en Coyuca de Benítez (estado de Guerrero), y del Diario Objetivo de Chilpancingo, fue asesinado a tiros junto con su esposa María Elvira Hernández Galeana, también periodista, en el interior de un cibercafé de su propiedad, ubicado en el centro de la población. En el momento del doble crimen, junto al matrimonio se encontraba su hijo de ocho años, que resultó ileso.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) repudió el asesinato del matrimonio de reporteros en Guerrero, y pidió la intervención inmediata de la Fiscalía Especial mexicana para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas de la Procuraduría General de la República (PGR) para esclarecer el crimen.
La SIP recordó que Juan Francisco Rodríguez Ríos, corresponsal de El Sol de Acapulco en el municipio de Coyuca de Benítez, y su esposa María Elvira Hernández Galeana fueron asesinados por dos sujetos armados que irrumpieron en el cibercafé y dispararon a bocajarro contra la pareja.
Rodríguez Ríos también era dirigente de la sección 34 del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa en Coyuca de Benítez. Según medios locales, durante la VII convención estatal de la organización realizada el pasado fin de semana en Coyuca de Benítez, Rodríguez Ríos denunció acoso a la libertad de expresión.
El presidente de la SIP, Alejandro Aguirre, subdirector del Diario Las Américas, de Miami, comentó que la muerte de la pareja no sólo atenta contra el derecho a la información, sino que crea una cultura del miedo.
"Alertamos una vez más que estamos frente a un hecho de censura que no sólo quita la vida de los periodistas, sino que también crea una cultura del miedo, cercenando el derecho del público a la información", dijo Aguirre en Ciudad de México. Aguirre pidió al fiscal especial para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas que intervenga "de inmediato en las investigaciones de los asesinatos contra periodistas en México". En lo que va del año, otros cuatro periodistas han sido muertos a tiros en este país; seis más se encuentran desaparecidos.
La organización Reporteros sin Fronteras sostuvo que los cárteles de la droga de América Latina son la amenaza principal a la seguridad personal de los trabajadores de prensa.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reprueba que en México el ejercicio del periodismo deba desarrollarse bajo la amenaza de violencia y de las balas. También subraya que los periodistas deben contar con todas las garantías para su ejercicio profesional sin amenazas ni agresiones. La CNDH reitera que resulta inadmisible la impunidad de que gozan en la práctica los asesinos de periodistas. En razón de ello exige que la autoridad agilice las investigaciones, detenga y castigue a los responsables.
Desde el año 2000 hasta hoy, la CNDH tiene registrados 61 homicidios de periodistas relacionados con el ejercicio de su profesión: cuatro en el 2000, cuatro en el 2001, tres en el 2002 y uno en el 2003; cinco en el 2004, cuatro en el 2005, 10 en el 2006, cuatro en el 2007, 10 en el 2008, 12 en el 2009 y cuatro en lo que va del presente 2010.
La Fundación para la Libertad de Expresión (Fundalex) denunció que el asesinato del matrimonio de periodistas en Guerrero evidencia que la democracia mexicana, y en especial la libertad de expresión, corren un gran riesgo.
El 89% de los asesinatos de periodistas en México queda impune debido a la incapacidad para investigar e incluso la complicidad de las autoridades en los crímenes, señala un informe del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ). "Las autoridades locales y estatales en México han sido particularmente ineficaces para resolver delitos contra la prensa. En algunos casos, parecen haber sido cómplices", se afirma en el documento del CPJ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario